Bucear en Lanzarote.

Lanzarote es famosa por sus asombrosas playas, que parecen sacadas de una película de ciencia-ficción, por su naturaleza volcánica, por los edificios creados por el arquitecto César Manrique, integrados en el entorno natural. Esa belleza exótica se extiende bajo el mar. Vale la pena conocer qué esconden las aguas que bañan la isla. Practicar submarinismo en Lanzarote es toda una experiencia.

Me cuenta mi amigo Josep, aficionado al skornell y al submarinismo, que bajo las aguas que golpean los acantilados de Lanzarote hay galápagos nadando. Te cruzas con un sinfín de rayas y de repente te encuentras rodeado por un banco de peces coloridos que danzan alrededor de ti, trazando una circunferencia. Hay barcos hundidos que se han integrado en el paisaje del fondo marino, y grutas abiertas entre macizos de rocas porosas. La misma naturaleza volcánica que ves en la superficie, se va extendiendo mar adentro, hasta terminar sepultada por la arena. Sirviendo de cobijo para una multitud de especies marinas.

También me dice que para conocer el fondo marino de Lanzarote lo mejor es mejor ponerse en contacto con un club de buceo. Me habló en una ocasión de Prodive Lanzarote, un operador que organiza inmersiones desde Charco del Palo, Raya Blanca y el Puerto del Carmen. Ir acompañado por buzos profesionales del lugar te permite conocer en profundidad los rincones más hermosos del fondo del litoral. Lanzarote es un paraíso para los amantes del submarinismo, y si te decides a descubrirlo, siempre encontrarás la oportunidad de zambullirte en sus aguas, solo o en compañía.

Una isla especial.

Dice la web oficial Turismo Lanzarote, que Lanzarote es una isla diferente. Se formó hace 15 millones de años fruto de la erupción casi simultánea de dos volcanes: el Famara, al norte, y los Ajalaches, al sur. La unión de las lavas creó los cimientos de la isla y, también, su superficie.

Los volcanes siguen activos. El Timafaya, en la zona de los Ajalaches, erupcionó en 1730 durante casi 6 años seguidos, vertiendo un volumen de lava de entre 3 y 5 kilómetros cúbicos. Casi un siglo más tarde, en 1824, volvió a entrar en erupción, sepultando los campos de trigo de la población local.

El escaso nivel de precipitaciones de la isla y su clima árido ha hecho que se conserven los restos volcánicos. Dejando un crisol de tonalidades y de formas caprichosas que se han ido creando de forma natural.

La isla está declarada por la UNESCO como reserva natural de la biosfera desde 1993. El 43% de su superficie es territorio natural protegido. Su singular origen afecta a su litoral y a su fondo marino. En Lanzarote encuentras una gran variedad de playas. Desde extensas bahías de arena blanca, hasta pequeñas calas de roca volcánica.

Tienes curiosas piscinas naturales como la de Punta Mujeres, en el municipio de Haría, o Los Charcones de Janubio, en el término municipal de Jaiza, dentro de un entorno natural rocoso a pocos metros del oleaje marino.

Lanzarote está bañado por aguas tranquilas, tiene una temperatura media de 21º C y 1986 horas de sol al año, lo que lo hace propicio para practicar deportes acuáticos, entre ellos, el submarinismo.

El skornel, una buena forma para iniciarte.

Si no tienes mucha experiencia en el buceo y quieres empezar a conocer la diversidad de la vida submarina, el blog 7 mares, nos indica que el skornel es una buena forma de comenzar.

El skornel es una variedad del buceo libre que consiste en nadar por la superficie del mar y hacer pequeñas inmersiones buceando a pulmón. Para practicarlo no necesitas un equipo costoso, basta con unas gafas de buceo, un tubo y unas aletas.

Las aletas nos permitirán desplazarnos más rápido sobre el agua y bajo ella, haciendo movimientos sigilosos que no espantaran a los peces y que nos permitirán descubrir parte de la fauna acuática.

El skornel es adecuado para conocer los fondos submarinos más cercanos a la costa. En Lanzarote tienes rincones idóneos para practicarlo, como Playa Chica, cerca del Puerto del Carmen. Una cala de aguas tranquilas y cristalinas, perfecto para observar la vida que habita junto a la parte más rocosa.

Otro lugar indicado es Punta Papagayo, en el extremo sur de Lanzarote. Un conjunto de pequeñas calas semi-vírgenes, con un marcado carácter volcánico. Son playas poco visitadas que contienen una gran riqueza faunística que se puede disfrutar casi al lado de la costa.

Si te decides a coger un ferri puedes ir a la Isla La Graciosa, a media hora del norte de Lanzarote. Cualquier parte de su litoral es indicado para sondear el fondo marino.

Iniciarte en el submarinismo.

Si te gusta pasar más tiempo bajo el agua y adentrarte varias millas más allá de la costa, el submarinismo es la opción adecuada. Es más complejo que el skornel. Para empezar necesitas hacerte con un equipo más completo, que incluye además de las aletas, un traje de neopreno, una máscara de buceo, las botellas de aire y el regulador.

No es conveniente iniciarte en el buceo submarino por tu cuenta. Lo adecuado es inscribirte en un cursillo de iniciación. Es lo que los submarinistas llaman el bautizo de buceo, el D.S.D., en inglés, Discover Scuba Diving. Una pequeña clase teórica en la que te enseñan a respirar bajo el agua y reaccionar ante las situaciones más habituales, seguido de una inmersión en aguas poco profundas bajo la supervisión de un instructor.

Aunque se trata de una experiencia apasionante, el submarinismo no deja de entrañar sus riesgos. Por eso es necesario tener cierta experiencia antes de acometer determinadas inmersiones. Los riesgos más habituales en el buceo submarino son:

  • Síndrome de descompresión. Aparece en el ascenso a la superficie. Cuando se está en las profundidades, el aire que respira el buzo está bajo una fuerte presión. A media que ascendemos, el oxígeno se mezcla con nitrógeno, formando burbujas dentro del cuerpo. Si no se actúa con precaución, las burbujas pueden pasar al torrente sanguíneo formando embolias. Si nos hemos sumergido a cierta profundidad, no podemos ascender de golpe, es necesario observar las paradas de descompresión. Espacios de tiempo en el que nos paramos a una profundidad determinada para que el cuerpo se adapte a la presión.
  • Narcosis. Es una especie de aturdimiento que sufre el buzo a determinada profundidad. Es un proceso reversible que se manifiesta en torpeza para realizar ciertos movimientos, deterioro del razonamiento, disminución de los reflejos y una euforia leve. A mayor profundidad, más se nota. Cuando empieza a manifestarse, el buzo debe subir a la superficie.
  • Baro-trauma. Debido a los cambios de presión, el aire se comprime en los oídos, los senos nasales, las raíces de los dientes y los pulmones. Puede provocar dolor de cabeza, dolor en las articulaciones y fatiga. En los casos más graves genera mareos y pérdida del conocimiento.

Con un entrenamiento adecuado y siguiendo las medidas de seguridad oportunas se pueden evitar estos riesgos. Para bucear siempre es recomendable hacerlo en grupo y con un equipo de apoyo en la superficie.

¿Qué esconde el fondo marino de Lanzarote?

El fondo marino de Lanzarote alberga un rico ecosistema conformado por una gran variedad y cantidad de flora y fauna. Las aguas de las islas forman parte, por su riqueza biológica, de la reserva natural de la biosfera.

Cerca de la costa viven cangrejos moros, cangrejos de roca, lapas de pie y burgaos (otra especie de moluscos). A diferentes profundidades, la diversidad de especies se amplía. Podemos encontrar morenas, salmonetes, tortugas bobas, sepias, caballitos de mar, delfines y angelotas.

En las costas de la Isla La Graciosa se encuentra la mayor concentración de gerardinas del mundo. Un coral milenario que crece formando colonias y que convive con otras especies como estrellas de mar y los corales amarillos.

Las islas de Lanzarote y Fuerteventura representan una especie de paraíso acuático para los cetáceos. Según W.W.F. en sus aguas se han registrado hasta 29 especies distintas. Entra dentro de sus rutas de migración por el Atlántico, y algunos animales eligen este enclave como punto de parto y cría. A varias millas de las costas de Tenerife encontramos cachalotes, calderones, rocuales y zifios.

Entre estos animales destacan los delfines, cuyos grupos se pueden atisbar saltando sobre las olas mientras viajamos en una embarcación. Lo mejor de todo es que si nos zambullimos en el mar y tenemos suerte, podremos bucear rodados por un grupo de delfines.

El fondo marino que rodea Lanzarote es un lugar emblemático para los amantes del buceo. Podemos toparnos con bosques de coral, cuevas submarinas, tubos volcánicos, presentando todos ellos ante nuestros ojos toda su exuberante riqueza de flora y fauna.

Hay determinadas áreas especialmente indicadas para practicar el submarinismo, en cualquiera de sus versiones. Encontramos el Puerto del Carmen, el arrecife de San Ginés, Punta Papagayo y el archipiélago Chinijo, conformado por la isla de La Graciosa y los islotes de Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste.

Practicar submarinismo en las aguas de Lanzarote es otra forma de conocer la isla. De esta manera descubres sus tesoros ocultos que no podrás apreciar desde la superficie.

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