Las islas Canarias son un archipiélago privilegiado que nos permite conocerlas más allá de ir a la playa y visitar sus restaurantes. Te proponemos una forma diferente de descubrirlas. Conocerlas desde el mar a bordo de un catamarán.
Hiurma Franchi nos comenta que visitó la isla de los Lobos y La Graciosa, dos pequeñas islas situadas entre Lanzarote y Fuerteventura, a bordo de un catamarán, en una excursión organizada por Corralejo Charter Fishing, una compañía con sede en el norte de Fuerteventura que lleva años organizando excursiones marítimas por las islas del nordeste del archipiélago.
Para Hiurna aquello fue una experiencia inolvidable. Disfrutó de una maravillosa velada entre amigos, surcando las aguas del Atlántico y descubriendo pequeñas islas, casi vírgenes, con la perspectiva que le facilita poder observarlas desde el mar. Según ella, quedó prendada por tanta belleza.
Y es que las islas Canarias son diferentes. En medio del océano Atlántico, el archipiélago canario emerge como un testimonio visual de la asombrosa creatividad geológica de la naturaleza. Estas islas, de origen volcánico, se presentan como un collage de paisajes que despiertan la curiosidad y la admiración de quienes las contemplan desde el mar.
La singularidad de las Canarias se revela en la diversidad de sus formas y colores. Desde las playas bañadas por el sol con arena dorada hasta las cumbres montañosas cubiertas de vegetación. Cada isla tiene su propio carácter, su propia identidad. Las huellas del pasado volcánico se manifiestan en formaciones rocosas escarpadas, acantilados imponentes y cráteres salientes, creando una escenografía que parece sacada de un lienzo natural.
Las aguas cristalinas que rodean las islas ofrecen la oportunidad de explorar arrecifes submarinos, revelando un mundo marino vibrante y lleno de vida. Desde delfines juguetones que escoltan las embarcaciones hasta tortugas majestuosas que surcan las olas. La fauna marina complementa la belleza de las Canarias desde una perspectiva única.
Visitar las Canarias desde el mar no es simplemente un viaje, sino una inmersión en la intersección entre la majestuosidad geológica y la biodiversidad marina. Cada ola que acaricia la costa, cada formación rocosa que se alza en la distancia, cuentan la historia de millones de años de evolución natural, proporcionando a los navegantes una experiencia que va más allá de la mera observación turística. En las Canarias, el océano y la tierra se entrelazan en un espectáculo de proporciones magníficas, creando un destino que cautiva los sentidos y deja una impresión duradera en aquellos que tienen la fortuna de explorar este paraíso desde el mar.
En cada una de las islas tendrás la oportunidad de coger un barco y apreciarlas desde otro enfoque. Sin menosprecio de otras excursiones marinas, aquí te proponemos tres zonas que vale la pena descubrir desde un catamarán.
Entre Lanzarote y Fuerteventura.
Esta parte de las Canarias posee una belleza natural muy particular, casi salvaje. A su origen volcánico se le suma la proximidad a las costas africanas, la prolongación del desierto del Sahara. No en vano, tanto Lanzarote como Fuerteventura, junto a los islotes que se dispersan a su alrededor, conocidos como el Archipiélago Chinijo, son patrimonio natural protegido.
Entre estas pequeñas islas destacan la Isla de los Lobos, que recibe este nombre porque antiguamente albergaba una masiva colonia de focas monje, también conocidas como lobos de mar; y la isla la Graciosa, la mayor del archipiélago Chinijo, que destaca por sus exuberantes arrecifes de coral, los cuales se pueden apreciar a través de sus aguas cristalinas.
El blog Sobre Canarias nos presenta algunos rincones que vale la pena descubrir desde el mar. Uno de ellos es la visualización del Parque Natural de las Dunas en Fuerteventura. Junto a la playa del Corralejo, se precipita un majestuoso campo de dunas que casi se confunde con la arena del litoral.
Entre Fuerteventura y Lanzarote se encuentra el Parque Natural de la Isla de los Lobos. Una isla a la que solo puedes acceder en barco y en la que para visitarla necesitas pedir permiso al cabildo insular. Desde el barco puedes llegar a cada una de las islas que conforman el archipiélago Chinijo: La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste.
También desde el mar, puedes contemplar las hermosas villas del sur de Lanzarote, mimetizándose en su paisaje lunático, que parece sacado del decorado de una película de ciencia ficción, y la playa Papagayo, un tesoro natural de aguas cristalinas. Una pequeña cadena de calas que forma parte del Parque Natural de Los Ajaches.
Al sur de Tenerife.
Cuenta la web Tenerife, despierta emociones!!, que al suroeste de la isla puedes observar cetáceos nadando y saltando entre las olas. Los delfines acompañan las embarcaciones mientras se introducen mar a dentro. Los puedes contemplar en cualquier época del año, a pocos kilómetros de la costa.
En realidad, las aguas que bañan las Canarias, en cualquiera de sus islas, están plagadas de mamíferos marinos, si bien, es el sur de Tenerife, uno de los lugares escogidos para su observación.
En las islas Canarias encuentras delfines de diferentes especies, cachalotes, ballenas orca y calderones, un cetáceo de media tonelada de peso que se va quedando blanco a medida que avanza su edad.
La abundancia de estos animales en las islas canarias se debe a la calidez de sus aguas, que mantienen una temperatura estable durante todo el año, a pesar de encontrarse en océano abierto y a la riqueza de su fauna marina. Albergando un nutrido banco de peces que sirven de alimento a los cetáceos.
Vale la pena hacer este tour, puesto que además de ver a los delfines saltando casi al costado del casco del barco, el suelo de cristal de algunos catamaranes permite observar el espectáculo de los peces nadando bajo el mar.
La isla del Hierro.
De las llamadas islas mayores de Canarias, El Hierro es la más pequeña, la menos habitada y la más meridional. Atravesada por el Meridiano 0, tiene la particularidad de tener una geología más atlántica, lo que hace que sus tierras volcánicas se mezclen con bosques de Laurisilvas creando un contraste natural de gran belleza.
Los vientos que peinan sus aguas los hacen especialmente propicios para las embarcaciones de vela, entre ellas los catamaranes, que zarpan desde el Puerto de Los Cristianos, en Tenerife, llegando hasta el norte de la isla.
Desde el mar se puede apreciar el Parque Natural de la Frontera, conformado por un espeso y extenso bosque, los abruptos acantilados de los Roques del Salmor, donde se encuentra el Mirador de la Peña, diseñado por el arquitecto Cesar Manrique y su majestuoso golfo, que proporciona a la isla una forma de herradura, de la cual proviene su nombre.
La isla del hierro posee un terreno montañoso. Por su riqueza natural está declarada Geo-parque y Reserva Natural de la Biosfera por la UNESCO y por sus instalaciones energéticas, es a primera isla del mundo en autoabastecerse por completo de energías renovables. El hierro tiene su propio aeropuerto, pero si lo que quieres es dejarte sorprender por su belleza, nada mejor que llegar hasta ella por mar.
La experiencia de viajar en catamarán.
Viajar en catamarán por las aguas que rodean las Canarias es una experiencia única. A diferencia de otras embarcaciones, el catamarán ofrece una combinación de estabilidad, comodidad y proximidad al océano, convirtiendo el trayecto en una parte esencial del disfrute del viaje.
La característica distintiva de un catamarán, con sus dos cascos paralelos, proporciona una estabilidad excepcional en comparación con los barcos tradicionales de casco único. Esta estabilidad se traduce en una travesía más suave, permitiendo a los pasajeros disfrutar del paisaje sin las incomodidades del balanceo excesivo. La sensación de flotar sobre las aguas, en lugar de cortarlas, crea una experiencia relajante y serena.
La disposición espaciosa de un catamarán agrega un confort que no siempre se encuentra en otras embarcaciones. Los amplios espacios abiertos permiten a los pasajeros moverse con facilidad de un lado a otro, encontrar su rincón favorito para disfrutar del sol y apreciar las vistas del viaje.
La cercanía al agua es una de las ventajas más notables de viajar en catamarán. La plataforma de la embarcación, a menudo ubicada a nivel del mar, brinda a los pasajeros la sensación de estar inmersos en el entorno marino. El sonido suave de las olas, la brisa marina y la posibilidad de avistar la vida marina desde el barco contribuyen a una conexión más íntima con el océano.
En contraste con barcos más grandes, el catamarán tiene la capacidad de acercarse a lugares de difícil acceso, explorando calas escondidas y rincones apartados. Esta versatilidad agrega un componente exploratorio al viaje, brindando a los pasajeros la oportunidad de descubrir lugares remotos y disfrutar de la naturaleza.
La experiencia de viajar en catamarán hacia cualquiera de las costas las islas Canarias es una invitación a sumergirse en la belleza natural del archipiélago de una manera que va más allá del simple transporte.
Si viajas a Canarias no olvides contratar una excursión marina en catamarán y descubrir las islas desde otra perspectiva. Será una experiencia enriquecedora que te llevaras contigo y hará más memorable tu viaje.