Si quieres hacer el Camino de Santiago debes tener en cuenta tu forma física para no lesionarte, ya que los tramos son difíciles. En 2019 cerca de 350.000 personas hicieron el camino de Santiago, un 6,17% más respecto a 2018.
Los profesionales de Pazo Cibrán aconsejan que antes de llegar a Santiago de Compostela puedes optar por un alojamiento rural. Es un sitio idóneo para descansar y disfrutar de un ambiente relajado, además, en este establecimiento podrás empezar bien el día con desayunos saludables, y elaborados con productos locales y de temporada.
A continuación, te explicamos los mejores consejos para reducir el riesgo de sufrir problemas durante el camino:
Recorridos por la montaña
Es aconsejable recurrir antes a un preparador físico, para tonificar los músculos de las piernas, espalda y cuello. También puedes realizar recorridos por la montaña antes de hacer el Camino de Santiago, el entrenamiento previo es clave, ya que las etapas diarias del Camino rondan entre los 25 y 30 kilómetros.
Una persona con cardiopatías crónicas también puede hacer el Camino de Santiago, porque realizar este tipo de ejercicios puede formar parte de una rehabilitación de cardiopatía.
«Caminatas de entre 20 y 25 kilómetros durante cinco o seis jornadas son una actividad cardiológicamente tolerable», explica Roberto Martín Reyes, responsable de Cardiología del Hospital de La Luz.
Calzado adecuado
Para evitar esguinces debes comprar un calzado adecuado o botas de senderismo, pero no utilices un calzado nuevo. Los peregrinos aconsejan utilizar botas que aporten gran sujeción al tobillo, para el verano puedes usar botas de montaña más ligeras.
Cualquier calzado escogido, es muy importante abrochárselo de forma correcta, otro básico son los bastones de trekking, porque evitan los resbalones y aportan mayor estabilidad.
Los fisioterapeutas explican que antes de comenzar el Camino, es recomendable los ejercicios de propiocepción para mejorar la estabilidad de los ligamentos de tobillos y rodillas, con estos ejercicios evitarás posibles esguinces.
También es importante cuidar tus pies y no tener durezas ni uñas encarnadas, para evitar lesiones podálicas.
Calcetines de algodón
Para evitar ampollas y rozaduras utiliza calcetines de algodón 100% sin costuras, aunque debes cambiarlos cuando se mojan o si sudas en exceso.
Poco peso
Es recomendable que el peso de la mochila no supere el 10% de la masa corporal, ya que las sobrecargas pueden causar lesiones. Aunque una persona en buena forma puede exceder ese porcentaje, lo mejor es llevar lo esencial. Compra una mochila impermeable, ligera, con cinturón de descarga y cintas de compresión.
Es muy importante distribuir los elementos en su interior, porque los objetos más pesados deben ir pegados a la espalda y en la zona media de la mochila. Sin embargo, los más ligeros deben ir en las parte inferior, superior y externa, así que el saco de dormir irá abajo del todo.
Sin prisas
Los expertos explican que los peregrinos no deben superar los 25 o 30 kilómetros diarios a pie, y 60 o 100 kilómetros si realizas el trayecto en bicicleta. Sin embargo, se podrá aumentar los kilómetros para los peregrinos que están más preparados.
Comienza la marcha sin prisas y realiza paradas cada una o dos horas para beber agua, descansar el peso de la mochila, aflojar el calzado y mojar los pies en alguna fuente o río.
Otra opción es aplicar frío en las plantas de los pies con una botella congelada y realizar una ligera presión a modo de auto masaje.
Crema solar
«Puede que llueva algún día a pesar de ser verano, pero no debemos olvidar elementos que nos ayuden en la foto protección y en la foto evitación. Vamos a pasar tranquilamente unas 8 o 10 horas al aire libre, así que un gorro, gafas de sol y crema solar de protección alta son imprescindibles», informa el diario El Mundo.
Dieta equilibrada
Los médicos aconsejan que los peregrinos deben mantener una dieta equilibrada y beber dos litros de agua al día, para que la hidratación sea óptima. No te olvides de hidratarte con agua o con bebidas isotónicas.
Evita el alcohol, el tabaco y las comidas copiosas, ya que lo adecuado es comer poco varias veces al día, es decir, comer dos o tres veces en paradas de media hora.
Calentamiento previo
Antes de andar es importante un calentamiento, es decir, realizar pequeñas movilizaciones articulares de hombros, cuello, tobillos y rodillas.
Visitar el fisioterapeuta
Si al terminar el Camino de Santiago notas molestias o dolores, puedes visitar la consulta de un fisioterapeuta, para que te trate cuanto antes y evitar una posible lesión.
¡Si quieres hacer el Camino de Santiago no te olvides de los consejos de este artículo!