Pasamos mi pareja y yo por la típica época en la que vas cada verano a dos o tres despedidas de soltero o de soltera. El caso es que siempre era la misma canción sobre todo en el caso de las nuestras amigas. Nos dimos cuenta, que al menos en un buen número de ellas, lo que querían era pasarlo bien en un lugar lleno de naturaleza y tranquilidad.
Nuestro objetivo eran ese tipo de chicas que buscaban una casa rural totalmente enfocado a este tipo de despedidas. Así que decidimos, durante una parte del año enfocar nuestra actividad a las despedidas. En los dos años que llevamos con el tema no hemos tenido ningún problema salvo las típicas roturas de platos y un microondas que se estropeó porque la novia iba algo perjudicada y tiró demasiado del cable, cosillas ¿no?
Como el negocio iba bien, queríamos dar un giro más de tuerca y para verano ofrecer la posibilidad de que tanto la novia como las amigas y familiares pudieran llevar todas la misma ropa que pusiera alguna frase de la boda. Algo personalizado, pero a la vez elegante que sirviera como recuerdo del enlace.
Llegamos a un acuerdo con H.H.G, una firma que nos recomendó una amiga y que tienen mucha experiencia a la hora de realizar ropa de mujer al por mayor. El catálogo era bastante grande como pudimos ver en la web y al final no solo terminamos comprando ropa para el verano, también adquirimos unos ponchos y chaquetas para la época invernal.
Lo que hacemos normalmente es realizarles pedidos según las temporadas y luego hablamos con una amiga nuestra, que tiene una tienda de impresión y grabación, donde personalizamos la ropa para los invitados.
Es nuestro toque diferenciador y a día de hoy no contamos prácticamente con fechas libres a partir de marzo de 2017 hasta final de año. Al público parece gustarle esta personalización. La verdad que la casa la tenemos de punta en blanco, pero con detalles únicos y de colección. Eso sí, desde el primer momento tuvimos claro que el mobiliario tenía que ser resistente.
Aunque las mujeres en general no sean tan malas celebrando y son más cuidadosas, siempre es mejor contar con muebles que realmente sean duraderos para que así todo aguante más tiempo. Compramos todo de calidad y creemos, que además de evitarnos cambiar de muebles todos los años, los clientes también ven que realmente nos importa ofrecer lo mejor para ellos.
Una excelente ubicación
Nuestra casa está próxima al pantano de San Juan aquí en Madrid, cuenta con buenos accesos y lo cierto es que se lo ponemos fácil a todos los que quieren visitarnos. Cuando es temporada baja de despedidas somos una casa rural más o menos común. Es un sitio realmente tranquilo durante todo el año, puesto que no está en la zona donde más gente se pone en el pantano sino en una zona algo más alejada, pero que tiene unas vistas estupendas a la zona.
Mientras os escribo estas líneas, una clienta me ha mandado unas fotos de la última despedida que fue hace unas pocas semanas. Una despedida invernal en las que fueron muy monas con unas cazadoras que les compramos en H.H.G y que les parecieron adorables, el nombre de Leticia en rosa clarito y una vela encendida como símbolo de la amistad entre las 7 amigas que pasaron aquí la despedida.
Merece la pena contar con un negocio así, que además nos animó a montar un negocio parecido de hostelería, pero en Altea, donde incluso podemos celebrar bodas si los clientes lo deciden.
Al final todo es decidirse y contar con la decisión para asumir los riesgos. Lo mejor que se puede hacer eso sí, es intentar asegurarse dentro de lo que uno pueda en que la empresa tenga salida. Las ideas no solo tienen que ser buenas, tienen que ser reales y que llevarlas a la práctica sea algo asequible y no una quimera.
Rodearse también de buenos profesionales es clave, algo que refuerza todos tus puntos más débiles, donde necesitas un apoyo, más que otra cosa. Con todo esto y una pizca de suerte, cualquier negocio puede ir viento en popa, te lo prometo. ¡Mucha suerte!