Alquilar un apartamento con encanto en el centro de Barcelona gracias a la oferta de Bòria BCN, perteneciente a la contrastada marca Mercer Hoteles, es el punto de partida ideal desde el cual explorar una de las ciudades más fascinantes de la cuenca mediterránea. Es, además, el refugio propicio desde el que aproximarse a las conocidas fiestas del barrio de Gràcia, que en este 2015 tendrán lugar entre el 15 y el 21 de agosto.
“La Fiesta Mayor de Gràcia es una fiesta joven en dos sentidos, por antigüedad y por el tipo de público que frecuenta sus calles. Las Fiestas de Gràcia nacen en un pequeño núcleo de población campesina, que en el siglo XIX experimenta una mutación extraordinaria como villa de artesanos, obreros y pequeños comerciantes”, explican en una de las páginas web habilitadas para presentar el evento. “La festividad que se consolida a mediados y finales del siglo XIX, se fue definiendo en un sentido más cívico que religioso, bajo el impulso de las numerosas entidades obreras y recreativas, como Ateneos o Sociedades de Baile”, detalla la organización acerca de la historia que se esconde detrás de estas celebraciones que, cada año, suelen concitar en sus calles a millares de personas procedentes de Barcelona, de Cataluña, del resto de España y de más allá de los Pirineos, solo por detrás en importancia en la Ciudad Condal de las fiestas de La Mercé. Aunque la advocación de la fiesta es la Virgen de Gràcia, patrona del lugar, las fiestas mayores se han ido convirtiendo con el paso del tiempo en un acto más cívico y popular que religioso.
En total, casi una veintena de calles y plazas lucen sus mejores galas para que, una vez que el pregonero proclame el inicio oficial de las fiestas, den comienzo las actividades y la alegría desborde el barrio. Tal es la confluencia de gente que puede asistir a las fiestas mayores del barrio que, con el objetivo de conservar de la mejor manera posible la decoración y agilizar los movimientos de la gente, el tránsito por las vías públicas se organiza en hora punta en un único sentido. Los motivos no son arbitrarios, ya que hay premios en juego. Durante las fiestas de Gràcia, cada balcón y cada portal es un museo de arte en vivo que compite por el galardón de ser el balcón mejor decorado de la edición.
Las actuaciones artísticas y musicales son uno de los platos fuertes de las celebraciones, puesto que en menos de una semana pueden llegar a producirse hasta un centenar de actuaciones de todo tipo en casi una cincuentena de escenarios distintos, los cuales extienden la fiesta hasta el último confín del barrio de Gràcia. Batucadas, conciertos de jazz, corales, actuaciones de rock,… Cualquier estilo de música y cualquier clase de público es bienvenido a la fiesta, que puede prolongarse luego en uno de los numerosos locales de copas, pubs, terrazas y discotecas de los que goza una de las zonas que más movimiento de visitantes gestiona a lo largo del año en la capital catalana. De igual manera, para aquellos que necesiten reponer las fuerzas suelen tener disponibles un espacio gastronómico en el que degustar las más selectas viandas de la cocina catalana e internacional. En la edición del año pasado, el espacio Tasta Gràcia, ubicado en los jardines Manuel Torrente, entre las plazas del Nord y Virreina, fue el encargado de acoger las sesiones de degustación. Como sucede con los conciertos musicales, estas jornadas de degustación se adaptaron a cualquier tipo de paladar existente con una pintoresca variante de temáticas y sabores: caracoles, sardinada, helados ecológicos, cocina húngara e italiana, un concurso de all i oli, paellas marineras, tastets de bravas y vermú de fiesta mayor, cócteles, vinos y cavas de la Denominación de Origen Catalunya,…