Durante décadas, la Formación Profesional (FP) fue vista en muchos países, incluido España, como una opción secundaria frente a los estudios universitarios. Sin embargo, en los últimos años esa percepción ha cambiado radicalmente. Hoy, la FP se erige como una de las vías educativas más dinámicas, útiles y demandadas, tanto por los jóvenes que buscan insertarse en el mercado laboral como por los adultos que desean reciclarse profesionalmente.
El auge de la Formación Profesional no es fruto del azar, sino de una combinación de factores: la transformación del mercado laboral, la digitalización, la escasez de perfiles técnicos, el reconocimiento social creciente de este tipo de estudios y el impulso institucional a nivel europeo y nacional. Este fenómeno está redibujando el mapa educativo y profesional, y al mismo tiempo está contribuyendo a reducir la brecha entre formación y empleo.
En este reportaje analizaremos las claves que explican este auge, las cifras que lo respaldan, sus beneficios sociales y económicos, así como los desafíos que enfrenta en un mundo en constante cambio.
Un cambio de percepción histórica
La FP arrastró durante mucho tiempo un estigma social: se asociaba con aquellos estudiantes que no “podían” acceder a estudios universitarios. Esta visión, profundamente arraigada en la cultura académica española, marginaba un itinerario formativo que en otros países europeos como Alemania, Suiza u Holanda gozaba de un enorme prestigio.
Hoy, esa percepción está cambiando. Las encuestas recientes reflejan un creciente interés de las familias y de los estudiantes por la FP. La combinación de aprendizaje teórico con formación práctica en empresas responde mejor a las necesidades de un mercado laboral que demanda perfiles técnicos especializados y capacidad de adaptación.
Datos que avalan el crecimiento
El auge de la FP no solo es un discurso institucional o una tendencia mediática: está respaldado por datos contundentes.
- En España, el número de matriculados en Formación Profesional ha superado ya el millón de estudiantes en los últimos cursos, una cifra histórica que no deja de crecer año tras año.
- La tasa de inserción laboral de quienes cursan FP se sitúa en torno al 70 %, y en algunos ciclos de grado superior incluso supera a la de titulados universitarios en ciertas áreas.
- Según la Comisión Europea, más del 50 % de los empleos creados en la próxima década requerirán cualificación de nivel medio, justo el que ofrece la FP.
- Sectores como la informática, la sanidad, la automoción o la energía muestran un déficit de técnicos cualificados, lo que convierte a la FP en una cantera imprescindible.
Estas cifras ponen de manifiesto que estamos ante un fenómeno estructural y no pasajero.
Las claves del auge de la Formación Profesional
Tras contactar con los expertos de la escuela universitaria Formatic Barcelona, hemos llegado a algunos puntos que explican el auge de esta forma de estudios:
1. La demanda del mercado laboral
El mercado laboral actual valora tanto las competencias prácticas como el conocimiento académico. La FP ofrece un enfoque aplicado que forma a los estudiantes en habilidades específicas, desde el manejo de maquinaria industrial hasta la programación informática. Esta conexión directa con el entorno laboral es su gran baza frente a itinerarios más teóricos.
2. Digitalización y transformación tecnológica
La llamada cuarta revolución industrial ha generado una explosión de nuevas profesiones y ha transformado radicalmente otras. La FP ha sabido adaptarse con rapidez a estas necesidades, incorporando módulos de robótica, impresión 3D, energías renovables o ciberseguridad.
3. Inserción laboral más rápida
Frente a carreras universitarias que pueden prolongarse cinco años o más, los ciclos de FP ofrecen la posibilidad de estar trabajando en apenas dos años, con prácticas remuneradas en muchas ocasiones. Para muchos jóvenes, la rapidez de acceso al mercado laboral es un factor decisivo.
4. Flexibilidad y diversidad de itinerarios
La FP no es un bloque monolítico. Existe una enorme variedad de familias profesionales (sanidad, hostelería, comercio, informática, electricidad, diseño, entre muchas otras), lo que multiplica las oportunidades de elección. Además, la modalidad dual permite alternar formación en el aula con prácticas en empresas, integrando al estudiante en la cultura laboral desde el inicio.
5. Reconocimiento institucional y empresarial
Las políticas educativas en España y en Europa han impulsado reformas para prestigiar la FP. A su vez, las empresas han comprendido que estos perfiles son vitales para su competitividad, participando cada vez más en la definición de los contenidos formativos y en la acogida de alumnos en prácticas.
El modelo europeo: una inspiración para España
En países como Alemania, Austria o Suiza, la FP es la columna vertebral del sistema educativo. Allí, más de la mitad de los jóvenes optan por este itinerario, que cuenta con un enorme reconocimiento social. El modelo dual alemán, en el que los estudiantes dividen su tiempo entre el centro educativo y la empresa, se ha convertido en una referencia internacional por sus altos niveles de inserción laboral.
España ha intentado adaptar algunos de esos elementos, con resultados positivos, aunque aún persisten desafíos, como la falta de suficientes empresas dispuestas a participar activamente en la formación dual.
Sectores en los que la FP es clave
La FP está teniendo un impacto decisivo en sectores estratégicos para la economía española:
- Sanidad: ciclos de auxiliar de enfermería, imagen para el diagnóstico o farmacia son muy demandados y presentan altos niveles de inserción.
- Informática y comunicaciones: con la digitalización, perfiles como desarrolladores web, técnicos en sistemas o expertos en ciberseguridad se han convertido en imprescindibles.
- Hostelería y turismo: España, como potencia turística mundial, necesita técnicos de cocina, restauración y gestión hotelera con formación práctica de calidad.
- Industria y automoción: mecánicos, especialistas en automatización industrial y energías renovables son altamente demandados en fábricas y talleres.
- Comercio y marketing: la transformación del comercio hacia lo digital requiere técnicos en marketing online, logística y gestión de ventas.
Ventajas sociales y económicas de la FP
El auge de la FP no solo beneficia a los estudiantes y a las empresas, sino a la sociedad en su conjunto.
- Reducción del desempleo juvenil: al ofrecer una inserción laboral más rápida, contribuye a mitigar una de las grandes lacras del mercado laboral español.
- Adaptación continua a los cambios: los ciclos se actualizan con mayor rapidez que las titulaciones universitarias, respondiendo mejor a los cambios tecnológicos.
- Movilidad social: para muchos jóvenes de entornos con menos recursos, la FP es una vía real de acceso al empleo cualificado y a mejores condiciones de vida.
- Competitividad empresarial: disponer de técnicos cualificados aumenta la productividad y permite a las empresas innovar con más facilidad.
Los retos pendientes
Pese al auge, la FP aún enfrenta desafíos importantes:
- Prestigio social: aunque la percepción mejora, todavía arrastra el estigma de ser “la opción para los que no llegan a la universidad”.
- Oferta insuficiente en algunas comunidades autónomas: la demanda supera en muchos casos la capacidad de plazas.
- Participación empresarial: aún hay un número limitado de empresas implicadas en la FP dual.
- Orientación educativa: falta una mayor labor de orientación en colegios e institutos para informar a los jóvenes sobre esta opción.
- Reciclaje continuo: los rápidos cambios tecnológicos exigen que los contenidos se actualicen con frecuencia para no quedar obsoletos.
Testimonios de éxito
Cada vez son más las historias de jóvenes y adultos que encuentran en la FP su camino hacia una carrera exitosa.
- María, 22 años, auxiliar de enfermería: “En menos de dos años estaba trabajando en un hospital. Ahora sigo formándome para acceder a un grado superior”.
- David, 28 años, técnico en energías renovables: “La FP me abrió las puertas a un sector con mucho futuro. Hoy trabajo en una empresa internacional”.
- Lucía, 35 años, reciclada en marketing digital: “Tras quedarme en paro, cursé un ciclo de comercio y marketing. Gracias a ello encontré trabajo en una agencia de publicidad”.
Estos ejemplos ilustran cómo la FP no solo es una opción para jóvenes, sino también para adultos que buscan reinventarse.
El papel de la FP en la economía del futuro
Todo apunta a que el papel de la Formación Profesional será aún más relevante en las próximas décadas. La transición ecológica, la digitalización, la inteligencia artificial y la globalización seguirán demandando técnicos cualificados capaces de adaptarse a contextos cambiantes.
La FP no es ya una opción secundaria, sino un motor de empleabilidad y competitividad. Los países que apuesten decididamente por ella estarán mejor preparados para afrontar los retos del futuro.
De opción secundaria a protagonista
El auge de la Formación Profesional marca un cambio profundo en la concepción de la educación y el trabajo. Lejos de ser una vía menor, hoy se presenta como una opción estratégica, flexible y práctica, capaz de responder a las demandas del presente y del futuro.
La clave de su éxito radica en su conexión con el mundo real, en la capacidad de formar perfiles que las empresas necesitan y en la oportunidad de ofrecer a los estudiantes —jóvenes y adultos— una vía clara hacia la inserción laboral y el desarrollo personal.
La FP, que durante mucho tiempo fue subestimada, se ha convertido en uno de los pilares de la educación contemporánea. Y todo apunta a que su auge no ha hecho más que empezar.