España es un país perfecto para disfrutar de grandes momentos de ocio. No en vano, somos una de las naciones más visitadas de todo el mundo, especialmente durante el verano, un momento en el que las buenas temperaturas invitan a que mucha gente visite una de nuestras costas. Ni que decir tiene que también los españoles y las españolas encontramos maneras de disfrutar del ocio en el interior de nuestras fronteras. Y es que somos plenamente conscientes de todo lo que nuestro país tiene para ofrecer. Sería una negligencia que no nos diéramos cuenta de ello.
Sin embargo, la verdad es que España tiene otras formas de ocio al margen que las que nos deja el turismo de sol y playa. Una de las grandes formas de ocio a las que nos referimos es la que tiene que ver con el Carnaval y con todo lo que conlleva disfrazarnos. Desde luego, es una de nuestras grandes tradiciones y no nos podemos permitir el lujo de perderla. Por suerte, a miles y miles de personas en este país les encanta disfrazarse y no cabe la menor duda de que eso va a hacer posible que la tradición se convierta en algo perpetuo en España.
En la web spain.info podemos ver la cantidad de carnavales de primer nivel que hay en un país como el nuestro. Los que más se conocen son los de Cádiz, Santa Cruz de Tenerife o Las Palmas de Gran Canaria, que gozan de prestigio a nivel internacional. Pero también los de Águilas, el Entroido de Xinzo de Limia (ciclo de carnaval más largo de España) y otros como los de Badajoz o Villarrobledo (Albacete) también son una referencia para el resto del país. Debemos sentirnos muy orgullosos de tenerlos a todos ellos.
Una noticia publicada en la web race.es informaba sobre algunos de los aspectos tradicionales del carnaval en nuestro país y también destacaba algunos de los lugares en los que esta celebración se vive de una manera, si cabe, más especial. Entre esos lugares, destacamos algunos que no hemos comentado en el párrafo anterior, como los de la localidad de Herencia, en Ciudad Real, o los de Ciudad Rodrigo, en Salamanca, entre algunos otros. Y es que, como veis, no solo es típico el Carnaval en los sitios más cálidos de nuestra geografía. Esta fiesta es algo que va más allá.
Numerosas encuestas han demostrado que uno de los momentos más esperados de todo el año es el fin de semana en el que se vive con especial interés el Carnaval. En ese desierto que es el espacio existente entre el mes de enero y la Semana Santa, en la que apenas hay fiestas, el Carnaval supone el mejor descanso. Y es que se trata de una festividad en la que el ocio lo es todo. Desde La Casa de los Disfraces nos han garantizado que la gente sigue viviendo esta fiesta con todas las ganas del mundo y que eso lo muestra el volumen de ventas que se venía registrando hasta justo antes de la pandemia, que era el mayor de la última década.
Ideal para todas las edades
¿Cuál es el secreto por el cual tiene tanto éxito el Carnaval? La verdad es que son varias las cuestiones a las que podemos hacer referencia a este asunto, pero la más importante, a nuestro juicio, es que es una fiesta idónea para todo tipo de personas. Desde los más pequeños hasta los ancianos tienen la posibilidad de disfrazarse y disfrutar de unos días en los que la alegría es común a buena parte de nuestra población.
La verdad es que pocas fiestas hay como el Carnaval. Cada vez más gente lo tiene claro y la verdad es que no es para menos. Ni que decir tiene que poder hacer disfrutar a todo el mundo prácticamente por igual no está al alcance de todas las festividades que existen ni en España ni en prácticamente ningún lugar de este mundo. Desde luego, está claro que todo el mundo agradece poder ser partícipe de un Carnaval que, sin duda, es uno de los momentos del año para miles de personas en todo el mundo.
Estamos seguros que una tradición como de la que venimos hablando va a seguir siendo realmente importante dentro de muchos años, incluso dentro de bastantes siglos. Y es que nada de lo que proporcione alegría y felicidad tiene riesgo de perderse ni mucho menos, sobre todo en aquellas sociedades que se pudieran considerar libres. Ni que decir tiene que, en muchas ocasiones, es en festividades así donde encontramos el verdadero sentido de la vida. Y eso no nos podemos permitir el lujo de perderlo. Cada vez más gente lo tiene bien claro.