Hace unos años los responsables de la editorial Laurence King Publishing, se pusieron en contacto con la ilustradora escocesa Johanna Basford y le ofrecieron publicar un libro infantil para colorear.
La ilustradora explicó a los editores que quería que su libro fuera para adultos. Los editores al principio se resistieron, pero al final aceptaron la propuesta. Desde ese momento se han publicado muchos libros y revistas para colorear destinados a adultos.
“Dibujar espontáneamente (o cualquier otra práctica donde prime la espontaneidad) nos invita a debilitar nuestros prejuicios y costumbres más arraigadas e irracionales, convirtiéndose en un ejercicio cognitivo tan simple como potente, que fácilmente podría prescribirse en los centros de salud”, explica David del Rosario, investigador y precursor de la neurociencia aplicada al día a día.
“Las personas normalmente nos movemos por objetivos y, en general, detrás de ellos escondemos nuestros miedos. El hecho de poder practicar la creatividad espontánea, ese dibujo natural, que fluye, me parece una herramienta cognitiva que juega a nuestro favor”, añade el experto.
Los beneficios de seguir dibujando y coloreando cuando somos adultos son los siguientes:
Mejora la concentración
Dibujar y pintar mejoran la concentración. “La autoexpresión visual ayuda a la atención y mejora la salud y el bienestar”, explica un estudio realizado por científicos de Estados Unidos.
Los investigadores escanearon el cerebro de varias personas mientras dibujaban y coloreaban. Esas tareas “activaron la corteza prefrontal medial”, un área del cerebro implicada en las alertas y el control emocional. La activación de esa área “indica posibles aplicaciones clínicas de la percepción de recompensas a través de la creación artística”, señala los autores.
Reduce el estrés
Un estudio publicado en 2016 descubrió que el dibujo ayuda a disminuir los índices de estrés y ansiedad. Los participantes de esa investigación explicaron que las sesiones de dibujo y pintura les resultaron “relajantes y agradables” y les permitieron “liberarse de restricciones”.
El estudio también analizó muestras de saliva de los participantes y comprobó que tras la sesión de dibujar y pintar, una reducción significativa de los niveles de cortisol, la “hormona del estrés”.
Ayuda a descansar de las pantallas
Muchas personas tienen dificultades para dormir porque están todo el tiempo con los teléfonos móviles o la televisión. Los expertos explican que existe un trastorno, el “miedo a perderse algo”, más conocido como síndrome FOMO (siglas en inglés de ‘fear of missing out’). ¡El dibujo permite esa “desintoxicación digital” y ayuda a dormir mejor!
Potencia la creatividad
En ese mismo estudio, las personas que participaron contaron que dibujar y pintar generó en ellos un “deseo de hacer arte en el futuro”.
Según un estudio publicado en Estados Unidos dibujar tiene “poderosos efectos positivos”, con grandes beneficios para la salud y la prevención de enfermedades neurológicas.
Promueve el bienestar emocional
El dibujo ayuda a desconectar de las preocupaciones y a evitar los pensamientos negativos. Esta actividad promueve el bienestar emocional.
«Centrarnos en la tarea de colorear el dibujo que tenemos delante hará rápidamente que olvidemos las preocupaciones por un rato que será de lo más relajado. Los efectos son considerados muy parecidos a los de la meditación», informa La Opinión A Coruña.
Varios estudios han comprobado que colorear mandalas (unos dibujos que tienen diversos significados para religiones como el budismo y el hinduismo) reduce el estrés y la ansiedad.
Se han popularizado mucho en los últimos tiempos los retratos de las personas. Si te encanta la pintura puedes contratar a un pintor retratista para que dibuje tu rostro, o el de la persona que tú quieras.
El artista sólo necesitará una fotografía, el pintor Eugeni Cabiró explica que antes de la aparición de la fotografía, para realizar retratos al óleo por encargo en la antigüedad, los artistas tenían que pedirle a la persona retratada que posara durante mucho tiempo, desde unos pocos días hasta varias semanas.
La técnica que se emplea para pintar los retratos es la pintura al óleo, porque puede durar siglos sin perder color o calidad.
El óleo es una de las técnicas más utilizadas por los pintores de todos los tiempos como Leonardo Da Vinci, Munch, Degas, Beckmann, Chagall, Magritte o Jan Van Eyck. Uno de los cuadros que fue pintado en esta técnica es La Gioconda de Leonardo Da Vinci.
La pintura al óleo es la mejor técnica para encargar retratos, ya que con esta técnica se consigue luminosidad, efectos, detalles, acabados brillantes, etc.
La pintura al óleo necesita disolventes y diluyentes para poder pintar con ella como el aguarrás, sin embargo, la pintura acrílica no requiere ningún tipo de disolvente, porque se diluye con agua.
