La palabra “Yoga” viene del sánscrito “atar juntos”, interpretándose como el acto de unir, juntar. Su origen podemos ubicarlo en la India pero hoy en día, poco a poco, empieza a tener calado también en Occidente.
El Yoga proporciona claves, prescripciones, métodos y técnicas para el bienestar y la evolución de la conciencia. Muchas de sus técnicas resultan de gran eficacia para prevenir artritis, artrosis, miocardio, lumbago, asma, bronquitis, estreñimiento, ansiedad y diversos desórdenes psíquicos.
A mí me llegó el Yoga un poco por casualidad para aliviar unos fuertes dolores de espalda que padecía. Empecé muy poco a poco, en parte porque cuando iba a visitar a mi abuela a Sanvital me hablaba de sus enormes beneficios.
La verdad es que al principio era bastante reticente a practicarlo y me costaba mucho tener paciencia al ver que no me salía bien ninguna postura. Poco a poco, empezó a gustarme cada vez más, en parte por la persistencia de mi abuela. Además, en tan solo un par de semanas empecé a notar los resultados, no solo había ganado en flexibilidad sino también en fortaleza mental.
El Yoga me brindaba un espacio para conectar conmigo misma que nunca había tenido con la práctica de otros deportes. Así, muy despacio la práctica de Yoga empezó a convertirse en una de mis partes favoritas de cada día, hasta que terminé viajando a India para hacer un curso de Instructora.
Fue uno de los mejores viajes que he hecho, no solo por todo lo que aprendí sino por la posibilidad de acceder a las enseñanzas de verdaderos yoguis.
Beneficios Físicos y Mentales de la práctica regular de Yoga
Hay muchos tipos de Yoga, tantos como personas, por ello conviene encontrar la práctica que mejor se adapte a ti. En mi caso, un yoga sencillo y dinámico, muy fácil de practicar con el que estoy teniendo mucho éxito como instructora.
Para mí, la práctica de Yoga me ha aportado más energía. Y es que, con el Yoga, mejora el funcionamiento glandular y la relajación profunda te dejan fresco, renovado y calmado.
Además de mejorar la circulación sanguínea también es una forma estupenda de encontrar equilibrio mente y cuerpo y de aumentar la concentración, memoria y atención.
Si bien, cada uno busca en el Yoga algo diferente, puede que una de las cosas que más me gusta de practicarlo sea la renovada paz y tranquilidad mental que vienen aparejadas con su práctica.
No es que dejes de tener problemas, pero la forma de afrontarlos es muy diferente, tienes una visión más amplia y eres más consciente de tus emociones sin juzgarlas con lo que tomas mejores decisiones y desarrollas una gran capacidad para mantener la calma en momentos de altos niveles de estrés.
Este auto reconocimiento, puede que, para mí, sea una de sus principales ventajas, puesto que te permite desarrollar las habilidades necesarias para comprender el funcionamiento de la mente a través de observar la actividad del propio cuerpo y la respiración.